Vestimenta de la Revolución Mexicana

Para poder comprender como era la vestimenta de la Revolución Mexicana, es necesario comprender cuál era el contexto social del país a finales del siglo XIX. En México existía un gran auge comerciales, en el que la opulencia usaba telas de seda, satines, terciopelos y encajes.

En 1908, en época del Porfiriato, el corsé fue la prenda que más se usaba entre las mujeres que tenían un papel más activo ante la sociedad, ya que ellas se involucraban en los deportes y habían pasado por un cambio radical en su personalidad, lo que abrió paso a ideas más revolucionarias.

En esa época todavía era evidente una fuerte influencia francesa, algo que se podía ver durante las fiestas y eventos de la gente más adinerada, quienes portaban joyas y exuberantes vestidos de moda europea.

Sin embargo, cuando el país se vio envuelto por la lucha armada, el país no sólo quedo revuelto socialmente, sino que visualmente también era muy clara la diferencia. Debido a que los campesinos habían comenzado a saquear grandes haciendas, comenzaron a mezclar sus prendas con la ropa de los acaudalados, dando origen a una de las figuras que definirían la vestimenta de la revolución mexicana y la gente que luchaba por un cambio.

Distintos tipos de vestimenta de la Revolución Mexicana

La Revolución Mexicana quedó muy marcada por el antes y el después, tanto en la parte social, económica y política del país, dándole una gran importancia a la rudimentaria textil que se utilizó en esa época.

Este suceso histórico cambio para siempre el diseño de la mexicanidad, ya que creo consciencia nacional. Las influencias que nacieron en aquel entonces todavía se pueden ver reflejadas en las tendencias actuales, donde la imagen de la revolución ha tomado parte de la modernidad.

La ropa siempre ha sido un código social, un recurso que hace evidente a que clase social pertenece una persona. Pero en México a principios del siglo XX, la ropa quería mostrar un alto grado de civilización, algo que se había logrado luego de 30 años de dictadura.

Vestimenta de la revolución para hombres

Los hombres solían usar sombreros de ala ancha, sarape de colores y un paliacate, unas chaparreras de gamuza o carnaza o incluso un chaquetín. En aquel entonces, las personas que eran consideradas pobres tenían que comprar su ropa en tiendas de raya, de forma que la población parecía estar uniformada. Los campesinos y los indios usaban una camisa y un pantalón de manta blanca.

Por otro lado, los más adinerados y la clase media solían vestir la levita, que es un saco negro que llegaba hasta las rodillas, hecho con solapas de seda y en paño. Además de esta prenda también usaban esmoquin, frac y sacos de tweed.

Traje de charro tradicional

El traje charro suele ser de color negro y tiene adornos metálicos de oro o plata. Incluye un gran sombrero del color del traje y también tiene adornos muy representativos. Es necesario usar un fajo piteado y unas botadas de acuerdo al color del traje.

Vestimenta de la revolución para mujeres

La vestimenta de la mujer sufrió muchos cambios a partir del año 1906, ya que en ese año el diseñador francés Paul Poiret empezó a suprimir el uso del corsé que había marcado la vestimenta femenina desde el siglo XIX, con el objetivo de vestir a las mujeres con moaré (tela fuerte de seda) y shantung (tela pesada con superficie rugosa) en colores y tonalidades que iban del marfil al beige. Esto cambio mucho la forma en la que vestían las mujeres de clase alta y media.

Vestimenta de las Adelita

El traje icónico de las mujeres que tomaron acción en la revolución es el de las famosas Adelitas. Ellas usan un atuendo campesino en el que se puede apreciar las influencias del periodo eduardiano. Esta vestimenta resaltaba por las escarolas en los hombros y puños combinadas con faldas largas, sueltas y lisas.