¿Cuál es el significado de las velas negras?

Dentro de la escala de tonalidades, el negro es sinónimo de elegancia, misterio y autoridad. Si aplicamos la teoría del color, hay corrientes que aseguran que no se trata de un color, sino de la ausencia de luz, en contraposición con el blanco, que es la unión de todas las ondas cromáticas. No obstante, hay una renovada tendencia a otorgar al negro su puesto como color.

Según la filosofía oriental, el yin y el yang, las dos energías vitales del universo, están representadas por el blanco y el negro, los extremos de la escala, que contrastan y, a veces, hasta están en pugna, pero que se necesitan para que haya equilibrio.

En el mundo místico, el uso del negro está vinculado con el autocontrol y la resistencia. A las piedras negras, como el ónix, se las asocia precisamente con el poder de dar seguridad a quien lleva joyas o amuletos con incrustaciones de esta piedra.

En el ámbito de la moda y la decoración, el negro otorga un aura de elegancia, y suele vincularse con las imágenes más estilizadas y la contemporaneidad. También se asocia con la desesperanza, así como con la pérdida, la oscuridad y la muerte.

Características de las velas negras

En el campo esotérico, las velas negras deben encenderse con suma precaución, ya que se utilizan para alejar las malas energías y vibraciones negativas que pueda haber en el hogar o en el trabajo.

En general, en los rituales de magia se utilizan para neutralizar los malos deseos o el daño que otra persona desee hacernos, aunque también hay quienes se valen de ellas para lo contrario: enviar energías cargadas con negatividad. Cuando se hace esto, se puede activar el karma negativo como un boomerang y, tarde o temprano, toda esta negatividad que se le desea a otro se devuelve, más aún si se invocan los poderes de la oscuridad.

Usos de la vela negra

Como puedes ver, es una vela poderosísima. Su función es eliminar la energía negativa del entorno, incluso para limpiar viviendas y negocios de seres oscuros, pero si no se sabe canalizar, esa carga pesada se queda pegada, no se eleva ni transmuta, haciendo que aún haya más obstáculos en el camino.

Para contrarrestar esto, debe acompañarse siempre la vela negra con una blanca, para que no se pierda el equilibrio.