El topo es el nombre de una especie de mamíferos que se encuentra en las zonas de Asia, Europa y Norteamérica. Se trata de pequeños animales con el cuerpo cubierto de pelo aterciopelado y denso. En todas las variantes de esta especie, las manos y las patas anteriores de los topos están hechas especialmente para excavar.
Son unos animales muy voraces que viven en madrigueras excavadas con sus propias manos. Consisten en un sistema de túneles de las cuales se expulsan a la superficie los desperdicios y la tierra excavada durante la construcción, formando algunas elevaciones en la superficie muy característica de la especie, las toperas.
Los topos son mamíferos pequeños de la familia talpidae, en la que están los desmanes y los topos musaraña, así como los erizos. Hay 20 especies de topos, las cuales están en peligro de extinción por lo que debemos protegerlas. Esto es debido a sus depredadores y a la masiva destrucción de sus hábitats, además de los humanos que gustan cazarlos para obtener su piel.
¿De qué se alimentan los topos?
Su fuente principal de alimentación son pequeñas lombrices, larvas e insectos que habitan en el interior de la tierra. Otros pequeños invertebrados como los gusanos son sus preferidos en cuanto a sabor, aunque también les encanta comer las hojas de las plantas, las nueces, las bayas y las frutas como buenos roedores que son.
Además se alimentan los topos con pequeños reptiles y algunas raíces y tubérculos. El topo tiene un alto metabolismo que lo obliga a consumir cantidades del 50 o 100% de su peso. Si un topo permanece más de 24 hrs sin comida morirá, aunque algunos autores aseguran que con tan solo 12 horas sin alimento este trágico final sucedería.
La saliva que los topos producen es tóxica ya que contiene paralizantes elementos que actúan sobre otros animales, son prácticamente ciegos por eso confían en su poderoso sentido del olfato al momento de cazar. Tienden a almacenar la comida en sus madrigueras subterráneas.