Las sabanas son ecosistemas ricos en especies exóticas y variadas. No es uno de los biomas más extensos de la Tierra, pues se concentran en su mayoría en la parte norte de Sudamérica y en África.
Se consideran el lugar perfecto para que transcurra la vida salvaje por la abundancia de agua y alimentos en las épocas lluviosas. Durante las sequías, los reptiles como los cocodrilos toman la delantera frente a otros animales, que se ven obligados a migrar para no morir de hambre y sed.
En las sabanas de África vive el mamífero terrestre más grande del planeta, el elefante, y la serpiente más peligrosa, la mortal mamba negra.
Muchos herbívoros pastan allí, encontrándose más de 40 especies de mamíferos con pezuñas en las sabanas.
Alimento para todos
Se calcula que 16 especies diferentes de herbívoros pueden convivir pastando sin problemas en las sabanas y sin arrebatarse los alimentos, pues cada mamífero herbívoro prefiere un tipo de pasto y árboles.
Las jirafas, por ejemplo, no pastan, pero pueden alcanzar las copas de los árboles. En el suelo, hay diferentes pastos que no tienen buen sabor para algunas especies. De esta forma todos pueden convivir en armonía, comiendo juntos antílopes, cebras, venados, gacelas, ñus, búfalos, hipopótamos y otros.
Entre los monos, los babuinos y mandriles destacan en la sabana africana. La suricata y el puercoespín despuntan entre los mamíferos que construyen madrigueras.
El más fuerte sobrevive
La vida de los animales de la sabana es una lucha permanente por la supervivencia. En la sabana africana hay toda clase de depredadores, como leones, guepardos, hienas y leopardos. Junto con los elefantes y rinocerontes, todas estas especies son más fácilmente observables por el tamaño y cantidad de sus poblaciones, en comparación con las especies que se encuentran en las sabanas sudamericanas y que resultan más escurridizas, como las serpientes y los jaguares.
Los venados y chigüires o capibaras (los roedores más grandes del mundo) abundan en las sabanas de América del Sur.
Las aves rapaces, como halcones y gavilanes, así como otros tipos de aves que se alimentan de insectos, como las garzas, y de frutos y semillas, como las cotorras y canarios, gobiernan los cielos y la geografía de las planicies. El flujo de aire caliente les permite volar con poco gasto de energía y la abundancia de alimento las mantiene sobrevolando las sabanas.
Los insectos son un mundo aparte en el complejo ecosistema de las sabanas. Escarabajos, saltamontes, termitas y hormigas convierten la superficie y el subsuelo de las sabanas en un paisaje único. Solo en África hay más de 1.000 tipos de termitas, más que en cualquier parte del mundo; construyen enormes montículos, que pueden medir varios metros. Estos insectos son controlados por el cerdo hormiguero, el armadillo gigante, el lobo de tierra y el oso hormiguero gigante (en Sudamérica).
En las sabanas de Indonesia habita un enorme reptil, el dragón de Komodo, y en Australia, sin duda, el rey es el canguro.