La langosta es un crustáceo perteneciente al orden de los decápodos, compuesto por diversas familias e infraórdenes. Son especies muy apreciadas en la gastronomía y con características biológicas que la hacen muy interesante. Uno de los datos más destacados hace referencia a su gran longevidad, ya que las catalogan en muchas situaciones como –biológicamente inmortales.
Esperanza de vida
Estos crustáceos a diferencia del resto de los animales y la especie humana, no muestra signos de envejecimiento; que involucran la disminución de la capacidad reproductiva, ralentización del metabolismo o disminución de la fuerza.
Esta es una de las principales razones por las que se les cataloga como inmortales, pero dicha afirmación no es cierta, ya que aunque son especies muy longevas tienen un fin. Esta característica inusual es cortesía de su ADN, debido a la telomerasa.
Las langostas tienen un crecimiento indeterminado, ya que crecen mediante la muda de su exoesqueleto y pueden seguir haciéndolo durante toda su vida. Su muerte se traduce principalmente a su pesca o a causa de sus depredadores.
Tan solo un 15% aproximadamente muere de forma natural, ya que su exoesqueleto empieza a mudarse de forma incompleta y algunas bacterias atacan y las debilitan.
La respuesta específica acerca de su vida útil se considera muy difícil de conocer, aunque aquellas que viven en el fondo del océano pueden vivir por más de un siglo (más de 100 años).
Tipos de langostas
Se han identificado 3 familias distintas; Palinuridae, con una gran variedad de ejemplares distintos; Nephropidae, donde se observa a la langosta americana y la Parastacidae, conformada por la langosta marrón.
Características
Estos crustáceos pueden sobrevivir hasta una semana fuera del agua, sus pinzas son diferentes; una es utilizada para pellizcar y la otra más fuerte la utiliza para aplastar, con una fuerza comparable a 450 kg. Las patas, las pinzas y las antenas pueden regenerarse, a diferencia de los ojos.