Los óvulos son los gametos femeninos. Unas células sexuales esféricas y de gran tamaño que no tienen capacidad de desplazarse por sí mismas y que son liberadas por los ovarios cada 28 días. Una vez liberados, los óvulos acaban en la trompa de falopio, donde permanecerán un máximo de 24 horas. Si durante este periodo de tiempo el óvulo es fecundado por un espermatozoide, se transformará en un cigoto.
Esperanza de vida de un óvulo
Los óvulos permanecen en la trompa de falopio un periodo de tiempo variable que puede ir desde las 12 hasta las 24 horas. Por lo tanto, la esperanza de vida máxima de un óvulo es de 24 horas, ya que pasado este tiempo sin ser fecundado, el endometrio se descamará dando lugar a la regla. En caso de producirse la fecundación, la progesterona impedirá la formación de nuevos óvulos, imposibilitando la fecundación y, por lo tanto, la creación de un nuevo cigoto.
Los óvulos humanos se componen de los siguientes elementos: el núcleo, que contiene el material genético de la madre; la membrana vitelina, que incuye las glucoproteínas necesarias para que pueda producirse la unión de las células sexuales; y la membrana citoplasmática, un elemento clave gracias al cual se puede producir el intercambio de iones.
Entre las principales enfermedades que afectan al óvulo encontramos las siguientes: la anovulación: una alteración en el proceso de ovulación provocada por el estrés, la pérdida de peso o el exceso de ejercicio físico. Los fibromas: obstrucciones de las trompas de falopio que impiden que el óvulo pueda ser fecundado. Normalmente producido por el excesivo crecimiento del tejido muscular que se encuentra en el útero. El síndrome del ovario poliquístico: ocasiona dificultades a la hora de quedar embarazada debido a la presencia de quistes en el ovario.