Los caracoles son moluscos sin extremidades dotados de una concha espiral que se desplazan lentamente gracias a una serie de contracciones musculares. La mucosidad que producen les permite reducir la fricción con el suelo para desplazarse con un menor esfuerzo y adherirse a superficies lisas de elevada pendiente. Además, la mucosa que producen estos animales les permite sanar sus heridas y protegerse de los ataques de otros animales.
Esperanza de vida de un caracol
Por muy frágiles que parezcan, los caracoles tienen una esperanza de vida bastante elevada. Al igual que sucede con otros animales, la esperanza de vida del caracol depende de la especie y el entorno en el que se encuentre. Los caracoles más comunes en la actualidad son los Helix, que pueden llegar a vivir un máximo de 2 o 3 años. En cambio, los caracoles Achatinidae en su hábitat natural (África) pueden llegar a vivir de 5 a 7 años. Aunque no es muy común, algunos caracoles de laboratorio han llegado a superar los 30 años de edad, pero se tratan de casos muy aislados que se salen de lo habitual.
La principal causa de muerte de los caracoles son los ataques recibidos por parte de sus depredadores. Entre los depredadores más comunes del caracol encontramos los escarabajos, los sapos, las tortugas, las serpientes y una amplia variedad de aves como las gallinas o los patos.
Si quieres tener un caracol terrestre como mascota, asegúrate de que se encuentre en un entorno húmedo y luminoso. Para alargar su esperanza de vida también es importante que cuenten con abundante comida fresca que debe ser renovada con frecuencia. Los caracoles pueden comer prácticamente cualquier cosa, pero lo más saludable para estos animales son los vegetales frescos y las hojas de algunas plantas como las moreras.