Los camellos son mamíferos cuadrúpedos de la familia de los camélidos, grupo que también incluye las llamas y los guanacos, entre otros. Como todos los camélidos, los camellos son artiodáctilos con un número par de pezuñas. A pesar de ser originarios de los desiertos de Asia, hace milenios que se extendieron en África, particularmente en el desierto del Sahara. En tiempos mucho más recientes, han sido introducidos por los humanos en las regiones áridas del centro de Australia.
Esperanza de vida de un camello
La esperanza de vida de un camello depende del tamaño, la especie y el hábitat en el que se encuentre. Por lo general, un camello promedio suele vivir de media unos 40 o 50 años, aunque se han dado casos de camellos que han superado los 50 años de edad. Aunque existen actualmente unos 15,5 millones de camellos, están casi extintos como animales salvajes. Los 14 millones de dromedarios del mundo son todos domésticos, mientras que de los aproximadamente 1,5 millones de camellos bactrians, se cree que sólo unos 1.000 son salvajes y viven en el desierto del Gobi en China y Mongolia.
Los camellos son especialmente célebres por sus características jorobas, que son reservas de tejido adiposo y los ayudan a resistir mejor las temperaturas elevadas. También son muy conocidos por su gran capacidad de sobrevivir mucho tiempo sin agua. Hay dos especies vivientes de camellos: el bactriano, provisto de dos jorobas y el dromedario, que posee una sola joroba. Al contrario de lo que dice la creencia popular, el camello almacena grasa en vez de agua en la joroba, que suele caer hacia un lado al encontrarse sin reservas.
Algo particular es que muy poca gente sabe que los camellos son originarios de América y migraren en Eurasia y África gracias a las glaciaciones, como lo evidencia el abundante registro fósil de camellos en América. El fósil de camello más antiguo descubierto hasta la fecha fue encontrado en Kansas a mediados de la década de 1930.