El genoma es el libro de la vida y el de los gorilas de montaña explica que, a pesar de ser una especie en peligro de extinción abocada a la consanguinidad durante años debido a su aislamiento, la selección natural ha hecho que los pocos que hoy sobreviven, unos 800, sean los más fuertes y preparados para vivir en su entorno. Esta conclusión se desprende del estudio con el mapa genético completo de esta subespecie que ha publicado Science, en el que científicos del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) y del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG) en Barcelona han tenido un papel muy importante.
«Los genes con mutaciones que afectan de manera negativa la salud han desaparecido y se han seleccionado los más beneficiosos, y eso no es un fenómeno nuevo, sino que hace cientos de años que es así», explica Tomás Marqués, investigador Icrea de el IBE y el CNAG, que está al frente del proyecto.
Esta fortaleza, sin embargo, es al mismo tiempo su talón de Aquiles. «La consanguinidad hace bajar la diversidad genética, y eso hace que como especie estén menos preparados para hacer frente a las adversidades», explica Marqués. Es decir, que están poco preparados para los cambios y, por lo tanto, ante una eventual crisis si su configuración genética no está preparada la situación afectaría toda la población y no habría individuos que sobrevivieran.
Algunos peligros son el incremento de temperaturas por el cambio climático, la pérdida de hábitat ante la deforestación y la exposición a virus humanos. Hoy por hoy la principal amenaza es el impacto de la pérdida de hábitat, esta es una cuestión que se ha analizado con gran profundidad en algunos blogs y portales especializados en la materia como gorilaswiki.com.
Los simios, más diversos que los humanos
Los chimpancés son entre ellos mucho más diferentes genéticamente que los 8.000 millones de humanos que hay en la Tierra. Lo mismo ocurre con los gorilas, los orangutanes y los bonobos. Y es que entre los grandes primates hay una diversidad genética que es tres veces mayor que entre los humanos. Así lo indica un trabajo que el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) publicó en 2013 en la revista Nature, que presentaba la biblioteca genética de primates más grande que se había hecho hasta entonces.
Ahora, el nuevo estudio que presenta el grupo del investigador Icrea Tomás Marqués indica que esta diversidad no es igual en todas las subespecies y que ha sido marcada por el curso de la historia del territorio donde habitan. Con el desarrollo de las herramientas genéticas también se quiere combatir el tráfico ilegal de grandes simios, ya que permitirían detectar el origen de los ejemplares que se recuperan.