Cuando se habla de animales prehistóricos, suele hacerse referencia a los organismos complejos y sencillos que habitaron la Tierra desde que comenzó la vida hace unos 3.800 millones de años hasta hace 3.500 años antes de Cristo.
Según la paleontología, que es la ciencia que estudia a las especies de plantas y animales prehistóricos, la evolución biológica incluye desde las bacterias, algas y protozoos hasta organismos complejos multicelulares, como hongos, plantas, insectos, moluscos, crustáceos y animales vertebrados.
Al decir animales prehistóricos, se incluyen tanto los animales que se extinguieron, como los dinosaurios, hasta las especies que han sobrevivido.
Fósiles vivientes
Entre los fósiles vivientes, el más espectacular es el celacanto, un pez con una antigüedad de 400 millones de años sobre la Tierra y que se creía extinto, hasta que en 1938 se halló uno en el río Chalumna, en el sur de África. Desde entonces, se han encontrado varios ejemplares en el océano Índico. No consiguen sobrevivir al subir a la superficie, pues la diferencia de presión los hace estallar.
Los peces pulmonados son otro ejemplo de fósiles vivientes. Sus cuerpos parecen pulmones, lo que los hace bastante raros.
Los braquiópodos también son animales marinos prehistóricos, de los cuales se han hallado más de 16.000 especies fósiles. Aún sobreviven 335 especies en los mares. Están cubiertos con conchas que se abren y cierran para alimentarse.
Animales prehistóricos extintos
Entre los animales prehistóricos extintos más famosos se encuentra el Tiranosaurio Rex. También están el Eurypterida, un escorpión de 3 metros de largo y 200 kilos de peso, y el Megalania, un antepasado del dragón de Komodo que pesaba más de 600 kilos y medía 7 metros.
El Smilodon o dientes de sable, un felino de 400 kilos con dos enormes colmillos y que comía mamuts y rinocerontes. Cazaban en grupo, como lo suelen hacer muchos felinos actuales.
Otros animales prehistóricos alimentan aún las fantasías del hombre moderno. El Gigantopithecus blacki era un tipo de gorila que vivía en Asia y que caminaba erguido. Pesaba 600 kilos y medía 3 metros de alto. Popularmente se les conoce como Yeti o Big Foot.
El mamut era un enorme herbívoro que está emparentado con los elefantes de la actualidad. Tenían pelaje y colmillos muchísimo más grandes que los elefantes de hoy. Muchos científicos no descartan que en las próximas décadas se pueda lograr resucitar a esta especie, utilizando el ADN de mamíferos.
El caso del dodo (Raphus Cucullatus) es un ejemplo digno de reseñar. Hasta hace unos siglos atrás había dodos conviviendo con los hombres, pero la cacería desmedida los llevó a la extinción. Eran aves que se encontraban en las islas Mauricio, pero fueron alimento de colonos y exploradores. Podían pesar hasta 10 kilos y medir un metro de alto. Parece ser que se intenta revivirlos utilizando la manipulación genética.
El Predador X, el Helicoprion y el Liopleurodon eran temibles depredadores, algunos parecidos a los tiburones y con fuertes dentaduras, que los convirtieron en el terror de los mares.