¿Qué animales viven en el agua dulce?

Anfibios, reptiles, aves y mamíferos encuentran en el agua dulce un espacio ideal para vivir.

En los ríos, estanques y lagos abundan diferentes especies de animales que se reproducen rápidamente y desarrollan ágiles formas de cazar. Adaptan sus organismos al entorno para no ser arrastrados por las corrientes fluviales, y se camuflan para evitar a sus depredadores.

Especies únicas que viven en el agua dulce

Aunque es mucha la variedad de animales que viven en los ecosistemas de agua dulce, hay algunos que destacan porque son únicos. Las nutrias son grandes expertas en cazar peces, ya que su larga cola les permite nadar de forma muy rápida. Se pueden encontrar en Estados Unidos y en América del Sur.

La rana toro americana tiene su hábitat en América del Norte y Cuba. Es una de las ranas más grandes que existe. Para cazar sale del agua, se camufla y se queda quieta hasta que divisa a su víctima y la ataca.

El cocodrilo de agua dulce es realmente grande y amedrentador. Puede llegar a medir ente dos y tres metros de largo. Es originario de Australia y pasa gran parte de su vida en tierra evitando a su depredador: una especie de cocodrilo de agua salada que es capaz de vivir en el agua dulce y que es bastante agresivo.

El hipopótamo es el animal más grande y letal que habita en los ríos. Pasa casi todo el día sumergido en el agua. Por las noches, sale a la orilla a buscar sus alimentos.

La malvasía es un ave de plumaje castaño, con mejillas blancas y corona negra. Se encuentra en lagos de Estados Unidos y Europa. Es una especie de pato que vive la mayor parte del tiempo en el agua, pues se mueve con mucha dificultad fuera de ella.

Las tortugas de agua dulce son una familia muy amplia. Hay varios tipos, como la matamata sudamericana o la Macrochelys. Ambas, aunque son lentas para cazar, también resultan letales para los peces.

Especies que se adaptan al agua dulce

Aunque el agua dulce solo representa el 3% del agua total del planeta, la turbulencia que se genera en estos ecosistemas hace que los animales vivan en una constante adaptación.

Las truchas, por ejemplo, se han adaptado a la velocidad del agua, mientras que las aletas de los siluros y las lochas evolucionaron para poder aferrarse a las piedras cuando la corriente amenaza con arrastrarlos.

La variedad de animales de agua dulce es amplia y se cree que aún hay muchísimas especies por descubrir.